VIENTO DE LEVANTE... ¿SUR DE EUROPA O NORTE DE MARRUECOS?...
Sector Mosaico- Dulce libertad 7a+ (San Bartolo)
Viento de levante para espabilarme. Buen recibimiento al bajar de la furgoneta. Dicen las malas lenguas que las mentes se trastornan con el viento de levante. Yo, personalmente, estoy convencida de ello. No hace falta decir que por mi propia experiencia ¿verdad? Vivir cerca del Estrecho de Gibraltar es como estar a un paso de África o a ninguno: estar en África. Lo que no puedo, ni podré saber nunca a ciencia cierta, es si los del otro lado también sufren de este trastorno tan curioso; aunque me inclino a pensar que sí, porque del coco no andan muy “católicos”, como se dice por aquí en nuestra tierra.
Cojo mis cositas para pasar el día y me dispongo a subir la cuesta dirección a las paredes de San Bartolo. Casi no escucho lo que dicen los demás… En fin, se sabe entre nosotros que si es importante lo que se está diciendo hay que decirlo dos veces, y que cuando te preguntan ¿qué dices? seguramente, habrá que repetirlo tres.
Me aflojo los cordones de las Salomon, porque para subir voy más cómoda con ellos casi sueltos .. cosas del empeine de mis pies… Luego a la vuelta, cuesta abajo, operación contraria, para no destrozar más las puntas de mis dedos doloridos por los pies de gato.
Como tardan, saco un cigarrito que ya traigo hecho de casa, para hacer tiempo. Y nada, el viento de nuevo, que se lo fuma casi entero: mejor, menos mierda en mis pulmones. Hoy es día de cogerse una cola alta, como las que mamá nos ponía cuando tocaba clase de gimnasia en el colegio para que no se nos enredara el pelo demasiado… aunque bien sabía mamá que todos los días se enredaba en el recreo, pero, claro, había que airear la melena de vez en cuando. Lo malo era que soplara el Levante…
Ya están estos preparados. Un traguito de agua para enfilar la cuesta y toda la ilusión puesta en pasar una chispeante jornada. Entre risas, sol, viento y endorfinas, vamos alcanzando altura poco a poco.
Cada vez que subo por esta vereda alucino con la tala de eucaliptos que hicieron los de medio ambiente. Total, para no acabar el trabajo de plantar las especies endémicas que tenían previsto… Y es que no puede ser, una ladera con tanta tierra, con tanto viento y tanta lluvia… se les fue al garete el proyectito de las narices… y así ha quedado: raso el suelo a las inclemencias atmosféricas de un lugar donde confluyen mar y océano, con las rocas de arenisca que emergieron donde no estaban hace años, agazapadas bajo la foresta que los eucaliptos permitían crecer en este sitio. Menuda irresponsabilidad se cometió con aquella hazaña comunitaria, esto cada vez se parece más a la hamada.
Entre respiraciones aceleradas y palabras sudorosas llegamos arriba, a la Habitación. Los que pueden y tienen se han puesto las gafas de sol, no para el Sol, sino para el viento, lógicamente. Y yo, como ya uso las graduadas, pues ni me he dado cuenta de que la arena se levantaba hasta la altura de los ojos, pero al mirar a mi compi charlándome con cara de japonés perdido en el desierto, me percato de ello… pobre.
Y he ahí la esperada visión: el mar… Desde aquí es un espectáculo de impresión: la playa de Punta Paloma, Tarifa y, al fondo, la cordillera del Rift… Ahora los bereberes deben estar sufriendo menos que nosotros con el viento… no sé si porque están vestidos apropiadamente o porque fumando kif se aplaca el trastorno del que hablé…
A veces me he preguntado en estos años porqué a nadie se le ocurrió bautizar las rutas de escalada de esta zona con nombres como Tuareg, Rif, Kabil, Shawia, Haratin, Sluh o Beraber … antiguos habitantes de África del norte. Quizá remontarse al paleolítico y neolítico era demasiada cultura para aquellos que equiparon las primeras rutas y se conformaron con llamarlas “Mariano me la haces con la mano”… En fin, hay gente para todo.
En la tarde decidimos cambiar de zona, cruzar al otro sector, al nuevo: Mosaico, Arapiles… llamadlo como queráis. El viento sigue con nosotros pero ya lo hemos conseguido ignorar, aunque a algún bocadillo de salchichón haya subido arena que no venía de casa.
Marchando entre bloques de arenisca que impresionan a veces, con sus líquenes amarillos sirviéndoles de manto, escondiendo quien sabe qué en su interior, quizá hasta hubiera aquí fósiles Ediacara como los del sur de Australia, ya se sabe: las antípodas pueden sorprender e igual estamos pisando organismos macroscópicos de hace más de 500 millones de años… aunque no creo y, en realidad, no quiero que vengan a buscarlos… Las piedras están bien como están y donde están ahora, dejémoslas seguir deleitándonos con su majestuosidad.
Llegamos en un ratito, un paseo agradable nos ha dejado en las paredes del sector nuevo. Lindo lugar, debería ser sagrado para no ser profanado por tanta bota de montañero que cada día se lleva un poco de esta tierra en las suelas mojadas de rocío o de lluvia…. O para que el viento la erosione menos con sus azotes “levanteros”… nos estamos quedando sin suelo casi. Recuerdo hace años, cuando crecía hierba aquí y los palmitos se rodeaban de verdes matojos y las flores aún se dejaban ver en primavera. Ahora las raíces de esos palmitos son como seres incapaces de encontrar un suelo cercano para vivir y cada vez se ven más desnudas, intentando respirar (que no es lo suyo) a la luz del Sol.
Escalamos hasta que nuestras yemas de los dedos y nuestras fuerzas nos dicen que no pueden más o se van de nuestro cuerpo huyendo del trastorno mental de nuestras ya fanáticas mentes empeoradas por la fuerza del viento hoy... Y bajamos tranquilos, mirando el suelo y de nuevo entre risas, comentando la jornada y la buena cerveza que nos vamos a tomar, bien merecida por el esfuerzo realizado, las vías encadenadas, las endorfinas acumuladas para los días siguientes…
Esta vereda del sector nuevo que corre paralela a las paredes siempre me hace preguntarme algo… Veo bolsas de basura con ropa alrededor, mojada o no, dependiendo si es de la noche anterior o de hace días, zapatos negros de goma, incluso gorras he visto… Las pateras han descargado de nuevo, como siempre, al otro lado de la montaña, en la playa de Bolonia… Nosotros hemos cumplido nuestros sueños hoy pero, y los africanos, ¿habrán conseguido aunque sea una parte de los suyos, aunque sean muy pequeña? … Yo nunca les ví, pero sé que han pasado por allí cientos, miles de ellos quizás, ajenos a nuestras chapas, mosquetones, cuerdas, risas, bocadillos, gafas de sol y pisadas de botas Salomon; a nuestras alegrías allí vividas donde ellos solamente respiran miedo, prisas, frío o calor, llanto y sufrimiento…
Ya lo sé, es difícil aceptarlo, pero es así y ojalá (y lo digo porque es palabra heredada de los árabes e, innegablemente, forma parte de nuestra lengua), o lo quiera Dios (léase igual que si digo Alá… palabrita de agnóstica (y este es un término acuñado recientemente: ya ves en 1869, por Thomas Henry Huxley)…. todos lo aceptemos algún día: son humanos, como todos los habitantes de este mundo maravilloso, que espero nos dure hasta la eternidad…
Pdta.- Bexotes, que hace mucho que no os veo .. ni os leo, xDD
jueves, 23 de octubre de 2008
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4 comentarios:
ME HA ENCANTADO TU DESCRIPCIÓN DE UN DÍA DE ESCALADA EN SAN BARTOLO, CON ESE VIENTECILLO DE LEVANTE COMO HILO CONDUCTOR. QUIZÁ PORQUE EMPECE Y APRENDÍ A ESCALAR EN ESTA ESCUELA TAN PECULIAR, POR LAS NOCHES AL RASO BAJO ESE CIELO DE ESTRELLAS QUE ABRAZA DOS CONTINENTES, QUIZÁ PORQUE HE SUFRIDO EL VIENTO QUE CASI ME HA HECHO CAER EN ALGUNA VÍA CLÁSICA DE LAS PLACAS GRANDES, QUIZÁ PORQUE FORMA PARTE DE MI HISTORIA Y ESCALAR CUANDO ERES ADOLESCENTE ES INCREIBLE O QUIZÁ PORQUE SOBRE TODO HEMOS VIVIDO JUNTOS EXPERIENCIAS MÍSTICAS Y FANÁTICAS DONDES LAS HAYA. HA SIDO UN REGALO, PORQUE ME HA HECHO RECORDAR MUCHAS BUENAS EXPERIENCIAS, DE UNA ESCUELA QUE AHORA SE ME HA QUEDADO PEQUEÑA PERO QUE EN SU MOMENTO FUE UN UNIVERSO VIRGEN PARA DAR RIENDA SUELTA A MIS SUEÑOS Y AVENTURAS EN LA ROCA. EN FÍN, ANIMO A TODOS LOS BICHOS A QUE ESCRIBAN EXPERIENCIAS PERSONALES SOBRE LA ESCALADA, QUE ES ALGO MÁS QUE UN DEPORTE AL AIRE LIBRE, ALGO MÁS QUE UN GRADO DE DIFICULTAD O UN ENCADENE. MANTENGAMOS EL ESPÍRITU REVOLUCIONARIO Y FRIKY DE LOS 70 O EL CONSUMISMO Y LA COMPETITIVIDAD QUE NOS INVADE ACABARÁ CON ESTE SUEÑO QUE ES NUESTRO ESCAPE VITAL, LA HUIDA A LA NATURALEZA.
Alicia ¡Que me ha gustado!
Ali, me ha gustado un montón leerte. Ojalá pronto me pase por allí. Cuando quiera Dios...
Un besazo,
V.
Graciasssssss!!! Ainsss que despistazo el miooooo!!!
La Silvi por un lao y la Vero por otro, si es k no pue ser, toy fatá !!! jajajaja
Un bexazo gordote pa cada una muuuuuuuuuacksss!!!
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